Según una encuesta reciente realizada por la consultora McKinsey & Company, después de la pandemia el 65% de los estudiantes aseguraron que querían que algunos aspectos de su enseñanza sigan siendo virtuales, especialmente por la flexibilidad y compatibilidad que les ofrecía esta modalidad con el resto de sus vidas. 

Cuando fueron consultados sobre qué es lo que más preferían del modelo online, enumeraron: la posibilidad de acceder a las clases desde cualquier momento y lugar, el acceso fácil a materiales de estudio en línea y la flexibilidad a la hora de trabajar y estudiar. 

Sin embargo, muchos estudiantes todavía dudan en inscribirse en programas 100% remotos, principalmente por el miedo a distraerse más al estudiar en línea, miedo a aburrirse si la experiencia de aprendizaje no es motivadora, y falta de disciplina para completar sus estudios bajo una modalidad sin presencia física en la institución. Aunque en algunos casos se trata de preconceptos, este tipo de indicadores demuestran que hay experiencias de aprendizaje anteriores o conocidas que bajo modalidad virtual no resultaron atractivas. 

Aspecto social y cercanías con los profesores: una razón que impulsa a la búsqueda de lo híbrido 

Según el reporte citado, los estudiantes que prefieren el aprendizaje híbrido aseguran que les gusta la combinación de flexibilidad e interacciones entre pares, mientras que los estudiantes que prefieren el aprendizaje en persona dicen que les ofrece más apoyo y oportunidades entre pares. 

En el 80% de los países encuestados, los estudiantes explican que la principal razón por la que prefieren la educación presencial es que -desde su experiencia- obtener ayuda de los profesores es más fácil a través del aprendizaje en persona que en línea. ¿Qué está ocurriendo con el vínculo docente en los entornos de enseñanza 100% virtuales?

Diferencias regionales 

Yendo a las particularidades regionales, la investigación reporta que en educación superior la satisfacción estudiantil con el aprendizaje en línea varía entre regiones.

Los dos países con el mayor crecimiento en su base de estudiantes de educación superior en línea son Estados Unidos y Brasil, con niveles relativamente más altos de satisfacción en comparación que otras naciones, un hallazgo que podría sugerir que en algunos lugares las instituciones han podido desarrollar experiencias virtuales de mayor atracción e involucramiento estudiantil. 

En síntesis, en la post pandemia muchos estudiantes quieren que las clases sigan siendo virtuales, sin embargo algunos son reacios a inscribirse en programas 100% en línea y algunos no están satisfechos con las experiencias online que ofrecen sus universidades. 

Conocer esta información y focalizarla en las particularidades y población de cada institución, es sin duda la clave para desarrollar estrategias de mejora de los programas, que brinden experiencias significativas apoyadas por el uso de la tecnología, con foco en el éxito estudiantil y el crecimiento -por consecuencia- de las universidades.



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