En educación superior, la compra de tecnología de manera aislada, la acumulación de datos en diferentes formatos y -en general- la falta de alineación en lo que requiere a innovación tecnológica, lleva muchas veces a un desorden de datos y a stack tecnológicos desintegrados en las universidades.
Esta situación se torna un problema a la hora de migrar infraestructura a la nube. Pero hay soluciones para esto, y un plan de ordenamiento paso a paso ayuda a las instituciones y a sus departamentos TI a desarrollar una migración exitosa.
7 tips claves para migrar la nube cuando los datos están desordenados: ✔️
1. Realizar una auditoría de datos ☁️
El primer paso para una migración exitosa es comprender el estado actual de los datos. Realizar una auditoría exhaustiva para identificar qué datos hay en la institución, dónde están almacenados y en qué formato se encuentran. Esta auditoría debe incluir:
- Tipos de datos: académicos, administrativos, financieros, etc.
- Ubicación: servidores locales, discos duros, bases de datos dispersas.
- Formato: documentos, hojas de cálculo, bases de datos, etc.
2. Clasificación y limpieza ☁️
Una vez que se cuente con un inventario claro, es crucial clasificar y limpiar los datos. Este proceso implica:
- Eliminación de duplicados: identificar y eliminar registros redundantes.
- Actualización de datos: asegurarse de que todos los datos sean actuales y precisos.
- Estandarización de formatos: convertir datos a formatos uniformes para facilitar su migración.
3. Definir una estrategia de migración ☁️
La planificación es clave para una migración sin problemas. Una estrategia de migración debe incluir:
- Objetivos claros: saber qué se espera lograr con la migración a la nube.
- Selección de la plataforma: elegir una solución en la nube que se adapte a las necesidades de la institución, frente a lo cual es clave el trabajo junto a un partner tecnológico.
- Plan de migración: establecer un cronograma detallado que incluya fases específicas, como la migración de datos académicos, seguida de datos administrativos, etc.
4. Implementar herramientas de gestión de datos ☁️
Para facilitar la migración, es importante considerar el uso de herramientas especializadas en gestión y migración de datos. Algunas opciones incluyen:
- ETL (Extract, Transform, Load): herramientas como Talend o Apache Nifi para extraer datos, transformarlos y cargarlos en la nube.
- Data Cleaning Tools: soluciones como OpenRefine para limpiar y preparar datos antes de la migración.
- Data Migration Services: servicios integrados ofrecidos por proveedores de la nube que pueden simplificar el proceso.
5. Formación y comunicación ☁️
Asegurarse de que todos los miembros de la institución estén informados y capacitados sobre el proceso de migración. Esto incluye:
- Sesiones de formación: para el personal de TI y los usuarios finales sobre cómo utilizar la nueva infraestructura en la nube.
- Canales de comunicación: establecer canales claros para resolver dudas y proporcionar actualizaciones sobre el progreso de la migración.
6. Pruebas y validación ☁️
Antes de completar la migración, realizar pruebas exhaustivas para asegurarse de que los datos se hayan transferido correctamente y que todos los sistemas funcionen como se espera. Esto incluye:
- Pruebas de integridad de datos: verificar que los datos no se hayan corrompido durante la migración.
- Pruebas de funcionalidad: asegurar que todas las aplicaciones y servicios funcionen correctamente en el nuevo entorno en la nube.
7. Implementación y monitoreo ☁️
Una vez que la migración esté completa, implementar sistemas de monitoreo para gestionar y optimizar el rendimiento de los datos en la nube. Esto incluye:
- Monitoreo en tiempo real: para detectar y resolver problemas rápidamente.
- Optimización continua: ajustes y mejoras para maximizar la eficiencia y el rendimiento de tu infraestructura en la nube.
Recordemos que los beneficios de migrar a la nube en educación superior son estratégicos para las instituciones ✔️✔️✔️
Migrar a la nube mejora la productividad, la eficiencia y la agilidad de los procesos académicos
, al facilitar el acceso a la información a toda la universidad desde distintos lugares, no importa dónde se encuentren sus actores.
Brinda elasticidad y reduce costos
, ya que la universidad solo tiene que invertir en los servicios tecnológicos utilizados y en el almacenamiento ocupado.
Potencia el trabajo colaborativo entre administrativos, docentes y estudiantes, quienes pueden colaborar en distintas tareas sin necesidad de que todos instalen un programa específico. La nube permite sistemas con mayor disponibilidad, mejor prestación de servicios y reducción de reclamos.
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